SOCIEDAD DEL 900: la vida privada, el rol de la mujer, mitos e ideas del 900 en Uruguay

URUGUAY EN EL 900: una mirada a la sociedad


El disciplinamiento (1860-1920)


Una nueva sensibilidad aparece en las primeras décadas del siglo XX aunque pervivan rasgos de la “barbarie”.
Esa nueva sensibilidad impuso la gravedad y el “empaque” del cuerpo, el puritanismo a la sexualidad, el trabajo excesivo del ocio antiguo, ocultó la muerte alejándola y embelleciéndola, se horrorizó ante el castigo de los niños, delincuentes y clases trabajadoras y prefirió reprimir almas… transformando a “la vida privada”, sobre todo de la familia burguesa, en un castillo inexpugnable ante los asaltos de la curiosidad ajena como ante las tendencias “bárbaras” del propio yo a exteriorizar sus sentimientos y hacerlos compartir a los demás… época de la vergüenza, época de la culpa y la disciplina.
Esa sensibilidad que hizo del “pudor” y el “recato” una norma sagrada que impuso al alma y también al cuerpo, ¿Cuándo dominó a la anterior sensibilidad “bárbara”, la del juego y la risa estridente, la libertad gestual, la muerte macabra exhibida, la violencia física y la desvergüenza con que el individuo se mostraba e imbricaba en lo colectivo? La implantación del nuevo orden registra tres décadas clave: 1860-1890.


Intervención quirúrgica al aire libre en 1904

Para José Pedro Varela, el creador de la escuela disciplinadora del niño _un “bárbaro” erario_ y la población rural _ el gaucho era un bárbaro cultural_ la “civilización” de esas dos “barbaries” (tan sagazmente emparentadas), era esencial si se deseaba la “regeneración” del país. En 1865 escribió en la “Revista Literaria” que el gaucho (en 1877 añadirá: el niño) vivía en “La libertad salvaje (…) la libertad que no refrena ni las malas costumbres ni los vicios y que hace que el hombre se aproxime más y más hacia la esfera del animal. El mal del gaucho (y del niño sin escuela, dirá después) era “el horror al trabajo”, actividad que “ennoblece la criatura y fortifica en el hombre las sanas ideas”. “La ociosidad” en la que “los gauchos pasan su vida (…) es fuente de todos los vicios y de todos los males”. De ahí el “atraso” económico del país, sus guerras civiles endémicas, pues políticamente considerados los gauchos son elementos disolventes. Solo la educación haría del gaucho _ y del niño_, de esos elementos ociosos y levantiscos _”bárbaros”_, ciudadanos trabajadores y pacíficos: “civilizados”.

Desfile militar de Aparicio Saravia, 30 de marzo de 1903

Los nuevos dioses

El trabajo

Trabajo, ahorro, disciplina, puntualidad, orden, salud e higiene del cuerpo, fueron deificados a la vez que diabolizados el ocio, el lujo, el juego, la suciedad y a casi ingobernable sexualidad. Pero aquel Olimpo y aquel infierno, tenían tendencias monoteístas: los nuevos dioses tendieron a resumirse en uno solo: el trabajo, y los diablos casi siempre aparecieron como las máscaras que asumían la proteica sexualidad.

El ahorro

El dios burgués del ahorro, de la economía _ significado decimonónico_ tiñó a la sociedad “civilizada” y se convirtió en la monomanía proclamada, y mayoritariamente vivida, de aquella nación de inmigrantes que el Uruguay era ya.
El ahorro, más que la inversión audaz_ juzgada esta en última instancia como un gasto más_ se universalizó como obsesión _ y a menudo como conducta _ durante la “civilización” gastar fue equiparado a perder porque el yo había incorporado a su esquema corporal los bienes económicos y sentía el gasto como amputación. Y esa noción de “pérdida” también ganó a todo lo que salía del hombre _sobre todo su esperma_ porque ciertos hechos fisiológicos fueron equiparados al “gasto” de “energía”.

Salud e higiene

Ante todo, una certidumbre que la investigación sustenta: la “higiene” y la “limpieza”, dos caras del mismo hecho cultural, la conservación de la “salud” del cuerpo, también integran el código de la moral predicada por médicos, maestros y aún curas. Y ello fue así porque la enfermedad y la suciedad se incluyeron en la esfera del “mal”.
El “aseo personal” completaba el de la casa en el Novecientos. La “civilización” lo transformó en “tarea diaria a que debemos acostumbrarnos desde niños” para que se forme en nosotros “un hábito”: la boca, la cabeza, las manos, los pies, el cuerpo todo, debe ser objeto de un aseo escrupuloso”. Los manuales de “economía doméstica” y los libros de lectura, aconsejaban desde el diario lavado matutino de cuello, orejas, cara y ojos “con agua pura”, hasta el baño del cuerpo entero “por lo menos una vez a la semana” en el invierno, debiendo hacerse en el verano “todos los días”. Los olores del cuerpo sucio eran, ahora, calificados de “bárbaros”, cuando no como observaremos, de inmorales y asqueantes.

La sociedad de principios de siglo XX idealizó algunas conductas y condenó otras, así mientras el trabajo, el aseo, la educación se transformaron en valores, hubo otras conductas que fueron rechazadas de forma contundente.

El nuevo diablo: la lujuria

En la escala de los pecados hubo modificaciones y la lujuria se convirtió en obsesión; o se transformó en la única protagonista de la “caída” o se la halló detrás de todas las demás faltas.
La sexualidad fue vivida con culpa. Todo el goce de la carne fue sentido por la Iglesia como un asesinato de Dios, y por los liberales, en este mismo plano, como un asesinato, un olvido, un preferir, negar del padre. El placer, sobre todo el masculino, fue vivido como un gasto, una disipación de la energía vital que a menudo conducía también al derroche del dinero; el ahorro de esta energía fue proclamado también como un objetivo para ampliar el tiempo y preservar el “vigor” dedicados al trabajo productivo. La contención sexual fue defendida como un requisito de la salud. Se creyó también que el puritanismo, sobre todo el impuesto a las mujeres burguesas, fortalecía el control de las fortunas al dar la seguridad de que los hijos eran propios impedir el adulterio.

Noviazgos controlados y casamiento tardío

Producido el noviazgo de los jóvenes, comenzaba un acercamiento pautado por etapas rígidamente preestablecidas, todas vigiladas por los padres de la novia: las miradas a la salida de misa o desde el balcón, alguna conversación en el zaguán, y, por fin, el servicio de sala, según lo describiera Josefina Lerena Acevedo de Blixen en su Novecientos: con la ventana siempre abierta a la curiosidad de los paseantes, la lámpara encendida, con la madre tejiendo o cosiendo frente a ellos, y oyendo, aburrida, tontos monosílabos y sin que nunca las manos de los enamorados se tocaran, estarían hasta las 11, en que el padre cerraría el diario demostrando que era el momento de retirarse.

A veces los padres, en particular las madres viudas, deseosas de “colocar” a sus hijas, tendían trampas a los pretendientes para apresurar el matrimonio, es decir, buscaban “sorprenderlos”, en situaciones embarazosas que ellas mismas fomentaban faltando algunos instantes a sus deberes de vigilante. Entonces el novio se veía atrapado y la diabolización de la mujer recibía nuevo alimento. Obsérvese este episodio relatado en “Las Hermanas Flammari”, de 1893: Diez minutos habrían transcurrido que, para lod dos enamorados, serían segundos, cuando, la señora de Flammari, abriendo repentinamente la puerta del zaguán presentose con una lámpara en la mano. Elvira, sofocó un grito y Mauricio dio un codazo a la jaula despertando el pajarito, mientras la señora de Flammari, magnífica en su papel de madre ofendida, avanzó con la lámpara en la mano, dando pasos graves y majestuosos (…) Mauricio, permaneció un instante mudo, soportando la terrible investigadora mirada de la señora, mientras Elvira trataba de bajar su falda (…)-señor Castaigne ¿Qué explicación da usted a lo que estoy viendo? – comenzó con gran dignidad Misia Adela, rompiendo el embarazoso silencio que reinó un instante (…) – Señora, dijo Mauricio interrumpiéndola con aire desconsolado, no hablemos más de esto, que ha sido un arrebato de cariño ciego…un impulso de la juventud…en fin, uno de esos errores inexplicables, pero que creo subsanarlo pidiéndole ahora mismo la mano de su hija Elvira.

La mujer dominada

De los sexos separados se pasó a los sexos enfrentados. Dentro de esta cultura patriarcal y burguesa ese enfrentamiento solo podía concluir en la mujer dominada, es decir, convertida en subalterna del padre, el esposo o el hermano mayor.

La misoginia de los burgueses católicos y liberales alcanzó su clímax al identificar a la mujer con el lujo y el despilfarro. Ella encarnaba la disipación al devorar la energía vital del hombre, tanto su dinero como su semen. La burguesa ociosa era la maldición de los esposos trabajadores y ahorrativos. Devocionarios, catecismos y pastorales alertaban contra ese mal.

El hombre “civilizado amaba, deseaba y temía a la mujer ( y necesitaba, entonces, dominarla), porque ella podía convertirse en un poder alterno dentro de la familia y aun fuera de ella, en la vida política, votando, en la económica, poseyendo y compitiendo con él por los empleos; porque, esposa o amante, conocía toda la intimidad de su dueño, desde el estado de sus finanzas asta sus debilidades y fracasos más frecuentes, y era así el talón de Aquiles del burgués seguro y dominante; porque era única garantía de la legitimidad de los hijos, de trascender el pater su muerte a través de su herencia; porque resultaba potencialmente la gran disipadora de semen y dinero, araña devoradora por un lado, objeto a embellecer con lujo por otro, siempre debilitante del marido; y, por fin, porque sus lazos con la fecundidad y la materia la tornaban irreductible al saber formal de esa época ( la cultura racionalista y positivista) , la volvían misteriosa, un poder indescifrable y peligroso. La mujer, en otras palabras, todavía conservaba mucho de la bruja y la hechicera de los siglos XVI y XVII, recordaba lo diabólico por el encarnar el poder de la tentación sexual en esta cultura que había hecho un ideal de vida de la “templanza” en la “pasión.

La mujer era diabólica sobre todo porque se identificaba con la tentación sexual. Para aquel burgués que se quería dominador absoluto, la mujer equivalía a la pasión más poderosa del corazón, según calificara a la lujuria Mariano Soler en 1890. ¿Acaso en la calle Santa Teresa, el barrio prostibulario de Montevideo, donde la mujer reinaba, no brotaban todos los deseos inconfesables en que hormiguean las concupiscencias, mordiendo los sentidos, inyectándose como fuego líquido en el organismo de todos los neófitos y de todos los prostituidos, como decía el publicista Rafael Sienra en 1896? La mujer era factor inquietante y turbador de la paz interior del burgués. Por ello, como a la sexualidad, de quien era enviada, había que dominarla, vigilarla y obligarla a que se identificara con los roles que el hombre le imponía.

Para aquella mujer no se concebían otros roles que los de esposa y madre. En los libros de lectura de la escuela vareliana finisecular y del Novecientos, mientras a los niños varones se les regalan pelotas o cometas, y los niños son doctores, estancieros, peones o vendedores ambulantes, a las niñas se les regalan muñecas que dicen “mamá y papá”, y las mujeres todas, invariablemente, son madres esposas o cocineras y sirvientas ocupadas en las tareas del hogar. El texto de 1896 en dos únicas oportunidades quiebra la regla al aparecer una mujer madura como maestra (labor casi derivada de la de la madre) y otra como estanciera, hecho éste último que se explica por su estado de viudez.

La mujer sumisa, económica, madre y esposa, debía ocuparse solo de su hogar.
Liberales (con muy solitarias excepciones, tal José Pedro Varela) y católicos estuvieron de acuerdo en que el lugar natural donde debía hallarse la mujer era su casa y que allí le correspondían o las tareas domésticas o su dirección.

CUESTIONARIO A PARTIR DE LA LECTURA:

1- ¿QUÉ ERA CONSIDERADO "BÁRBARO" A PRINCIPIOS DE SIGLO XX Y QUÉ "CIVILIZADO?
2- ¿CUÁLES SON LOS "NUEVOS DIOSES" Y DE QUÉ MODO SE RELACIONAN CON LA IDEA DE "DISCIPLINAMIENTO"?
4- ¿A QUÉ SE LE DENOMINA "LUJURIA" Y DE QUÉ VISIÓN SE TUVO DE ELLA A PRINCIPIOS DE SIGLO XX? ¿POR QUÉ CREES QUE SE VISUALIZÓ LA VIDA FÍSICA DE ESA MANERA?
5- SIGUE EL ENLACE Y REFLEXIONA: ESTAS FOTOGRAFÍAS FUERON CONSIDERADAS "ESCANDALOSAS" A PRINCIPIOS DE SIGLO XX, PIENSA POR QUÉ DE ACUERDO A LO QUE HAS LEÍDO EN EL TEXTO DE ARRIBA: http://adictamente.blogspot.com.uy/2012/11/escandalosas-fotos-eroticas-de.html

PRODUCCIÓN GRUPAL

a- Imagina la siguiente situación: una joven pareja se ha conocido y quiere iniciar una relación. ¿Cómo crees que serían las condiciones teniendo en cuenta las características de la época?
b- Un joven de clase media baja desea convertirse en médico. Imagina las posibilidades o la falta de ellas en la época descripta. ¿Quién o qué podría emplear para ayudarse a lograr su objetivo?
c- La historia de un joven abogado que dejó su hogar en la estancia para ir a estudiar a la capital. Ahora recién recibido regresa a casa pero se encuentra con un mundo distinto al que estuvo viviendo los últimos años...
d- La vida de una joven de clase alta se ve conplicada cuando decide que quiere dejar a su esposo debido a una infidelidad. Imagina los problemas a los que deberá enfrentarse. ¿Recibiría el apoyo de sus padres? ¿Cómo reaccionarán sus amistades y su círculo más cercano? Piensa en la época en la cual estás trabajando. 

Cuando hayas escogido la situación y hayas elaborado algunos apuntes vas a crear un texto dialogado en el cual debe aparecer una pequeña introducción que sitúe al lector en el lugar, el momento y la situación. Puedes también darle un nombre a los personajes y atribuirles alguna cualidad que creas necesaria. 

CONSIGNAS PARA INVESTIGAR, IMAGINAR Y CREAR

Estudiar las épocas históricas siempre resulta apasionantes y más cuando éstas han calado fuertemente en nuestra forma de pensar y sentir, o nos han dejado una exquisita huella artístico-literaria. Te propongo explorar las actividades que están a continuación y escoger la o las que te agraden más, lee con cuidado y conforma equipos de trabajo si las mismas lo requieren, hay un poco de todo así que selecciona bien la tuya.

INVESTIGA QUÉ PASABA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX EN TU CIUDAD: busca información en Bibliotecas o archivos de tu ciudad, charla con la gente que pueda orientarte e interiorízate de los acontecimientos que destacaron en tu ciudad a principios del Siglo XX. Plantea lo que hayas podido averiguar en un trabajo final que puede ser una carpeta, un texto expositivo, diapositivas, un video breve, entre otras opciones.

CONSTRUYE UN ÁLBUM FOTOGRÁFICO DE LA ÉPOCA: busca fotografía o crea ambientes que reflejen aspectos de la esta época y toma tus propias fotografías. Ensambla las mismas en un álbum que puede ser en papel o digital, donde se muestre la elaboración resultado de tu investigación. En el siguiente video te explica cómo hacer un álbum digital: https://www.youtube.com/watch?v=066gUrH_h_s

CONSTRUYE UN COLLAGE NEDIANTE IMÁGENES: busca imágenes que pueden ser tan variadas como desees o ilustra tú pasajes y personalidades de esta época y construye un collage con las mismas, puede ser en papel o digital. Investiga muy bien diferentes técnicas para hacer collage que seguramente harán tu trabajo más interesante y divertido. Aquí les dejo un link para acceder a un tutorial que enseña a hacer buenos collages usando Power Point: https://www.youtube.com/watch?v=bZc_-nLUwSw

ESCRIBE UN DIARIO PERSONAL FICTICIO: imagina que viviste en esa época, crea un personaje que lleve adelante un diario personal en el cual cuente experiencias que reflejen la sociedad de ese momento. Puedes darle la extensión que consideres adecuada y ubicar a tu personaje donde gustes. Busca información e interiorízate acerca de cómo vivía la gente en aquella época y cómo se produce un diario íntimo o personal. Puedes hacerlo en papel, incluso construyendo tu propio diario como si fuera real o en formato digital. Investiga las posibilidades para que sea lo mñás realista posible.

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